Con esta conferencia de Malcom X damos inicio a la sección de "Poder negro" en la que pronto podréis encontrar gran cantidad de material sobre la historia de la lucha de la población negra en EE.UU. contra el racismo y la opresión. Principalmente subiremos discursos y textos de los principales líderes de las diferentes expresiones de este movimiento, desde la reivindicación de los derechos civiles de Martin Luther King, pasando por el nacionalismo negro de Malcom X, hasta la interesante y heroica lucha del Partido de las Panteras Negras.
I
Sólo queremos sostener una conversación informal entre ustedes y yo, entre nosotros. Queremos hablar claro y directo, en un lenguaje que todo el mundo pueda entender con facilidad. Todos estamos de acuerdo esta noche, todos los que hemos hablado hemos estado de acuerdo esta noche en que Estados Unidos tiene un problema muy serio. No sólo tiene Estados Unidos un problema muy serio, sino que nuestra gente tiene un problema muy serio. El problema de Estados Unidos somos nosotros. Nosotros somos su problema. La única razón por la que tiene un problema es que no nos quiere aquí. Y cada vez que uno de ustedes se mira, ya sea negro, pardo, rojo o amarillo, lo que se dice un negro, se está mirando a una persona que constituye un serio problema para Estados Unidos por que no los quieren a ustedes aquí. Una vez que se enfrenten a esta realidad, pueden empezar a trazarse un curso que los haga parecer gente de inteligencia y no gente sin inteligencia.
Lo que ustedes y yo necesitamos es tratar de olvidar nuestras diferencias. Cuando nos reunimos, no nos reunimos como baptistas ni como metodistas. N o vives en un infierno porque seas metodista o baptista; no vives en un infierno porque seas demócrata o republicano; no vives en un infierno porque seas masón o elk (1), y seguro que tampoco vives en un infierno porque seas norteamericano, porque si fueras norteamericano no vivirías en un infierno. Vives en un infierno porque eres negro. Tú vives en un infierno y todos nosotros vivimos en un infierno por la misma razón.
Así es que todos somos gente negra, eso que llaman "los negros", ciudadanos de segunda, ex esclavos. Ustedes no son más que ex esclavos. A ustedes no les gusta que se lo digan. Pero ¿qué otra cosa son? Son esclavos. No vinieron en el Mayflower. Vinieron en un barco de esclavos. Encadenados como un caballo o una vaca o una gallina. Y los trajeron los que vinieron en el Mayflower, a ustedes los trajeron los llamados Peregrinos o Padres fundadores de la Patria. Ellos fueron quienes los trajeron a ustedes aquí.
Tenemos un enemigo común. Tenemos esto en común: tenemos a un opresor común, a un explotador común y a un discriminador común. Y una vez que nos damos cuenta de que tenemos a un enemigo común, nos unimos sobre la base de lo que tenemos en común. Y lo que ante todo tenemos en común es ese enemigo: el blanco. Ya sé que algunos de ustedes creen que algunos de ellos no son nuestros enemigos. El tiempo lo dirá.
(1) Elk (alce o anta), miembro de la Orden benevolente y protectora de los elk (BPOE), fundada en 1868. (N. del T.)
En Bandung, allá en 1954, creo, tuvo lugar por primera vez en siglos una reunión por la unidad de la gente negra. Y cuando uno estudia lo que pasó en la conferencia de Bandung y los resultados de la conferencia de Bandung, eso sirve de modelo para un mismo procedimiento que ustedes y yo podemos emplear para resolver nuestros problemas. En Bandung se reunieron todas las naciones, las naciones oscuras de África y de Asia. Unas eran budistas, otras musulmanas, otras cristianas, otras confucianas, otras ateas. A pesar de sus diferencias religiosas se unieron. Unas eran comunistas, otras socialistas, otras capitalistas; a pesar de sus diferencias económicas y políticas, se unieron. Todas eran negras, pardas, rojas o amarillas.
Lo primero que no se permitió fue que el blanco asistiera a la conferencia de Bandung. No podía ir. En cuanto excluyeron al blanco, descubrieron que podían unirse. En cuanto lo dejaron fuera, todos los demás entraron de cabeza y cerraron filas. Esto es lo que ustedes y yo tenemos que entender. Y aquella gente que se reunió no tenía armas nucleares, no tenía aviones de reacción, no tenía ninguno de los armamentos pesados que tiene el hombre blanco. Pero tenían unidad.
Pudieron acallar sus mezquinas diferencias y ponerse de acuerdo en una cosa: que allí un africano venía de Kenia y lo estaba colonizando un inglés, y otro africano venía del Congo y lo estaban colonizando los belgas, y otro africano venía de Guinea y lo estaban colonizando los franceses, y otro venía de Angola y lo estaban colonizando los portugueses. Cuando llegaron a la conferencia de Bandung y miraron al portugués y al francés y al inglés y al danés, se enteraron o se dieron cuenta de que lo único que todos ésos tenían en común era que todos eran de Europa, que eran todos europeos, rubios, de ojos azules y piel blanca. Empezaron a reconocer quién era su enemigo. El mismo hombre que estaba colonizando a nuestra gente en Kenia la estaba colonizando en el Congo, el mismo del Congo estaba colonizando a nuestra gente en África del Sur y en Rodesia del Sur y en Birmania y en la India y en Afganistán y Paquistán. Se dieron cuenta de que en todas partes del mundo donde estaban oprimiendo al hombre de piel oscura, era el hombre blanco quién lo oprimía; donde al hombre de piel oscura lo estaban explotando, era el hombre blanco quién lo explotaba. Así es que se unieron sobre esta base: un enemigo común.
Y cuando ustedes y yo aquí, en Detroit y en Michigan y en Estados Unidos de Norteamérica, que hemos despertado hoy, miramos a nuestro alrededor, también nos damos cuenta de que aquí en Estados Unidos todos nosotros tenemos un enemigo común, ya esté en Georgia o en Michigan, ya esté en California o en Nueva York. Es el mismo hombre -de ojos azules, pelo rubio y piel páliida-, el mismo hombre. De manera que tenemos que hacer lo que hicieron ellos. Ellos acordaron dejar de pelearse. Cualquier disputa que tuvieran la resolvían entre ellos solos, reunidos; no dejes nunca saber al enemigo que tienes una desavenencia. En vez de ventilar nuestras diferencias en público tenemos que comprender que todos somos una misma familia. Y cuando hay una riña familiar, no se la ventila en la acera. Si así lo haces, todo el mundo te llamará grosero, sin refinamiento, incivilizado, salvaje. Si no se produce en casa, las arreglas en casa; te metes en el armario, la discutes a puerta cerrada y luego, cuando salgas a la calle, muestras un frente común, un frente unido. Yeso es lo que necesitamos hacer en la comunidad y en la ciudad y en el estado. Necesitamos dejar de ventilar nuestras diferencias delante del blanco, sacar al blanco de nuestras reuniones y entonces sentarnos a hablar de negocios entre nosotros. Eso es lo que tenemos que hacer.
Me gustaría hacer algunos comentarios respecto a la diferencia que existe entre la revolución negra y la revolución de los negros (l). ¿Son la misma cosa? Y si no lo son, ¿qué diferencia hay? ¿Qué diferencia hay entre una revolución negra y una revolución de negros? Primero, ¿qué es una revolución? A veces me inclino a creer que muchas de nuestras gentes está usando esa palabra, "revolución", con descuido, sin tomar en cuenta cuidadosamente lo que esa palabra significa realmente y sus características históricas. Cuando estudien la naturaleza histórica de las revoluciones, el motivo de una revolución, el objetivo de una revolución, el resultado de una revolución y los métodos empleados en una revolución, puede ser que cambien de palabra. Puede ser que se tracen otro programa, que cambien de objetivo y cambien de idea.
Mira la Revolución Americana de 1776. ¿Qué fin perseguía esa revolución? ¿La tierra. Por qué querían la tierra? Por qué querían la independencia. ¿Cómo la hicieron? Con sangre. Primero: se basaba en la tierra, base de la independencia. Y la única manera de conseguirla era la sangre. La Revolución francesa, ¿en qué se basaba? Los que no tenían tierra estuvieron contra el propietario. ¿Qué fin perseguía? La tierra. ¿Cómo la obtuvieron? Con sangre. No hubo amor perdido, no hubo compromiso, no hubo negociación. Se lo digo: ustedes no saben lo que es una revolución. Porque cuando descubran lo que es volverán a meterse en el callejón, se quitarán del camino. La Revolución rusa ¿en qué se basaba? En la tierra; los que no tenían tierra pelearon contra el propietario. ¿Cómo la llevaron a cabo? Con sangre. No hay una revolución que no derrame sangre. Y a ustedes le da miedo sangrar. Se lo digo, a ustedes les da miedo sangrar.
Eso sí, cuando el blanco los mandó a Carea, sangraron. Los mandó a Alemania y sangraron. Los mandó al sur del Pacífico a pelear contra los japoneses y sangraron. Sangraron por los blancos; pero cuando se trata de ver que bombardean sus propias iglesias y asesinan a niñas negras, entonces no tienen sangre. Sangran cuando el blanco dice que sangren; muerden cuando el blanco dice que muerdan y ladran cuando el blanco dice que ladren. Me es odioso tener que decir eso de nosotros, pero es verdad. ¿Cómo van a no ser violentados en Mississippi con lo violentos que fueron en Carea? ¿Cómo pueden justificar el no ser violentos en Mississippi y Alabama cuando les bombardean las iglesias y les asesinan a nuestras niñas, y si van a ser violentos con Hitler y con Tojo y con cualquier otro a quién ni siquiera conocen?
Si la violencia no está bien en Estados Unidos, la violencia tampoco está bien fuera. Si no está bien ser violentos defendiendo a nuestras mujeres negras y a niños negros y a recién nacidos negros y a hombres negros, entonces tampoco está bien que Estados Unidos nos rec1ute y nos haga ser violentos en el exterior en defensa suya. Y si está bien que nos rec1ute y nos enseñe a ser violentos en defensa suya, entonces también es correcto que ustedes y yo hagamos 10 que sea necesario para defender a nuestra gente aquí mismo, en este país.
La Revolución china: querían la tierra. Expulsaron a los británicos y junto con ellos a los chinos entreguistas, a los tíos Tom chinos. Si, señores, eso hicieron. Sentaron un buen ejemplo. Cuando estaba en la cárcel, leí un artículo .... No se espanten cuando les digo que estuve encarcelado. Ustedes todavía están encarcelados. Eso es lo que significa Estados Unidos: una cárcel. Cuando estaba en la cárcel, leí en la revista "Lile" un artículo que mostraba a una niñita china, de nueve años: su padre estaba en cuatro patas y ella apretaba el gatillo porque él era un chino "tío Tom". Cuando allá tuvieron la revolución, cogieron a una generación entera de tíos Tom y simplemente los liquidaron. Y en diez años esa niñita se convirtió en una mujer adulta. Se acabaron los Tom en China. Y hoy es uno de los países más recios, más fuertes y más temidos de este planeta: para el blanco. Porque allá no hay tíos Tom.
De todos nuestros estudios, la historia es la más calificada para recompensar nuestra investigación. Y cuando uno ve que confronta problemas, todo lo que tiene que hacer es examinar el método histórico empleado en todo el mundo por otros que confrontan problemas similares a los de uno· Cuando ve cómo resolvieron ellos los suyos, ya sabe uno como puede resolver los propios. En África ha estado teniendo lugar una revolución, una revolución negra. En Kenia, los mau-mau eran revolucionarios, creían en el principio de la tierra quemada, arrasada, derribaban todo cuando se les ponía por delante y su revolución también se basaba en la tierra, en un deseo de poseer la tierra. En Argelia, en la parte septentrional de África, tuvo lugar una revolución. Los argelinos eran revolucionarios, querían su tierra. Francia les ofreció dejarlos integrarse a Francia. Le dijeron a Francia que al demonio con Francia, que ellos querían un poco de tierra y no un poco de Francia. Y entablaron una batalla sangrienta.
Así, cito estas diversas revoluciones, hermanos míos, para mostrarles que no hay revoluciones pacíficas. No hay revoluciones de "poner la otra mejilla". No hay ni la más remota posibilidad de una revolución sin violencia. La única clase de revolución sin violencia es la revolución de los negros. La única revolución que tiene por meta el amor al enemigo es la revolución de los negros. Es la única en que la meta es un comedor desegregado, un teatro desegregado, un parque desegregado y un retrete público desegregado; puedes sentarte al lado de gente blanca ... en el retrete. Eso no es una revolución. La revolución se basa en la tierra. La tierra es la base de toda independencia. La tierra es la base de la libertad, de la justicia y de la igualdad.
El blanco sabe lo que es una revolución. Sabe que la revolución negra es de alcance y naturaleza mundiales. La revolución negra está barriendo en Asia, barriendo en África, levantando cabeza en América Latina. La revolución cubana: eso es una revolución. Echaron abajo el sistema. La revolución está en Asia, la revolución está en África, y el blanco chilla porque ve la revolución en América Latina. ¿Cómo creen que reaccionará contra ustedes cuando ustedes aprendan lo que es una verdadera revolución? Ustedes no saben lo que es una revolución. Si lo supieran, no usarían esa palabra.
La revolución es sangrienta, la revolución es hostil, la revolución no conoce compromisos, la revolución echa abajo y destruye todo cuanto se le pone por delante. Y ustedes, sentados ahí como un pegote en la pared, diciendo: "voy a amar a esta gente por más que me odien." No, ustedes necesitan una revolución. ¿Quién ha oído hablar de una revolución de brazos enlazados, como bellamente señalaba el reverendo Cleage, para cantar "Venceremos"? Eso no se hace en una revolución. No se canta porque uno está muy ocupado meneándose (1). Se basa en la tierra. Un revolucionario quiere tierra para levantar sobre ella su propia nación, una nación independiente. Estos negros no están pidiendo una nación: están tratando de volver a doblar el lomo en la plantación.
Cuando se quiere una nación, eso se llama nacionalismo.
Cuando el blanco desató una revolución en este país contra Inglaterra ¿para qué lo hacía? Quería esta tierra para poder levantar sobre ella otra nación blanca. Eso es nacionalismo blanco. La Revolución americana fue nacionalismo blanco. La Revolución rusa fue también-sí, señores, lo fue-nacionalismo blanco. ¿No lo creen? ¿Por qué creen que Kruschov y Mao no logran ponerse de acuerdo? Nacionalismo blanco. Todas las revoluciones que están teniendo lugar en Asia y en África actualmente, en qué se basan. En el nacionalismo negro. Un revolucionario es un nacionalista negro. Quiere una nación. Estaba leyendo unas hermosas palabras del Reverendo Cleage en que señalaba por qué no lograba reunirse con casi nadie en la ciudad porque todos tenían miedo de que los identificaran con el nacionalismo negro. Si uno le tiene miedo al nacionalismo negro le tiene miedo a la revolución. Y si uno ama la revolución, ama al nacionalismo negro.
(1) You dont do any singing, you're too busy swinging. Juego de palabras de dificil traducción, entre singing (cantando) y swinging (meneándose, bailando, impulsando para asestar golpes). (N. del T.)
Para entender esto tienen ustedes que recordar lo que decía este joven hermano sobre el negro doméstico y el negro de campo en los tiempos de la esclavitud. Había dos clases de esclavos: el negro doméstico y el negro de campo. Los negros domésticos vivían en la casa del amo, vestían bastante bien, comían bien porque comían de su comida: lo que él dejaba. Vivían en el sótano o en el desván pero como quiera que sea vivían cerca del amo y amaban al amo más de lo que se amaban a sí mismos. Daban la vida por salvar la casa del amo y más rápido que el propio amo. Si el amo decía "Buena casa la nuestra", el negro decía: "Sí, buena casa la nuestra." Siempre que el amo decía "nosotros", él decía: "nosotros." Por ahí se puede descubrir al negro doméstico.
Si la casa del amo se incendiaba, el negro doméstico luchaba más que el propio amo para apagar el fuego. Si el amo enfermaba, el negro doméstico le decía: ¿"Qué pasa, amo"? Estamos enfermos. Estamos enfermos. Se identificaban con el amo más de lo que el propio amo se identificaba consigo mismo. Y si uno iba a ver al negro doméstico y le decía:
"Vamos a escaparnos, vamos a separarnos", el negro doméstico lo miraba y le decía: "Hombre, tú estás loco. Qué es eso de separarnos. ¿Dónde hay una casa mejor que ésta? ¿Dónde puedo usar ropa mejor que ésta? ¿Dónde puedo comer mejor comida que ésta? Ese era el negro doméstico. En aquellos tiempos lo llamaban niche doméstico. Y así los llamamos actualmente, porque todavía tenemos unos cuantos niches domésticos por ahí.
Este niche doméstico moderno ama a su amo. Quiere vivir cerca de él. Está dispuesto a pagar tres veces el premio verdadero de una casa con tal de vivir cerca de su amo, para luego alardear:
"Soy el único en esta escuela." No eres más que un negro doméstico y si viene alguien ahora mismo y te dice: "Vamos a separarnos" le dices lo mismo que decía el negro doméstico en la plantación. ¿ "Qué es eso de separarnos"? ¿De Estados Unidos?, ¿de este buen hombre blanco? ¿Dónde vas a conseguir trabajo mejor que el de aquí? Quiero decir que eso es lo que tú dices: "No se me quedó nada en África"; eso es lo que dices. ¡Pero sí se te quedo la cabeza en África!
En esa misma plantación estaba el negro campesino. Los negros campesinos: ahí estaban las masas. Había siempre más negros en los campos que en la casa. El negro campesino vivía en un infierno. Comía sobras. En la casa comían carne de puerco de la buena. El negro en el campo no recibía más que lo que sobraba de los intestinos del puerco. Hoy en día le dicen a eso "menudencia". En aquellos tiempos le decía lo que era: mondongo. Eso es lo que eran ustedes: comemondongos. Y algunos de ustedes todavía son comemondongos.
Al negro campesino lo apaleaban de la mañana a la noche; vivía en una choza, en una casucha; usaba ropa vieja, de desecho. Odiaba al amo. Digo que odiaba al amo. Era inteligente. Aquel negro doméstico amaba al amo, pero aquel negro campesino, recuerden que era la mayoría, odiaba al amo. Cuando la casa se incendiaba, no trataba de apagar el fuego; aquel negro rogaba por que soplara el viento, por que soplara a su brisa. Cuando el amo enfermaba, el negro campesino rogaba por que muriera. Si uno iba al negro campesino y le decía: "Vamos a separarnos, vamos a irnos", él no preguntaba: ¿"Adónde vamos"? Sólo decía: "Cualquier lugar es mejor que aquí." Actualmente tenemos negros campesinos en Estados Unidos. Yo soy un negro campesino. Las masas son negros de nuestro campo. Cuando ven arder la casa de este hombre blanco, no se oye a los negros pobres hablar de que "nuestro gobierno está en peligro". Dicen: "El gobierno está en peligro." Figúrense a un negro diciendo "nuestro gobierno". ¡Hasta le oí decir a uno "nuestros cosmonáutas"! ¡Ni siquiera lo dejan acercarse a las instalaciones y él con eso de "nuestros cosmonáutas"! ¡Nuestra marina! Ese es un negro que se ha vuelto loco, un negro que se ha vuelto loco.
Igual que el amo de aquellos tiempos usaba a Tom, el negro doméstico, para mantener a raya a los negros campesinos, el mismo viejo amo tiene hoy a negros que no son más que modernos tíos Tom, tíos Tom del siglo XX, para mantenernos a ustedes y a mí a raya para mantenernos controlados, para mantenernos en la pasividad, pacíficos y sin violencia. Ese es Tom, haciendo de ustedes gente sin violencia. Es como cuando uno va al dentista y aquel hombre le va a sacar una muela. Uno a va a luchar contra él cuando empiece a tirar. Así es que le mete a uno en la mandíbula una cosa llamada novocaína, para hacerle creer que no le están haciendo nada. Con eso se está uno ahí sentado y, como tiene todo esa novocaína en la mandíbula, sufre... pacíficamente. La sangre corriéndole a uno por la cara y uno sin saber lo que le está pasando. Porque alguien le enseñó a sufrir ... pacíficamente.
El blanco les hace lo mismo a ustedes en la calle, cuando quiere embrutecerlos y aprovecharse de ustedes sin el temor de que se vayan a defender. Para impedirles defenderse se busca a esos viejos religiosos tíos Tom que nos enseñan a ustedes y a mí, exactamente igual que la novocaína, a sufrir pacíficamente. No dejen de sufrir: sólo que sufran pacíficamente. Como señaló el reverendo Cleage, dicen que ustedes deben dejar que su sangre corra por las calles. Es una vergüenza. Ustedes saben que él es un predicador cristiano. Ustedes saben que él es un predicador cristiano. Si para él eso es una vergüenza, ya saben lo que será para mí.
En nuestro libro, el Corán, no hay nada que nos enseñe a sufrir pacíficamente. Nuestra religión nos enseña a ser inteligentes. Sé pacífico, sé cortés, obedece la ley, respeta a todo el mundo; pero si alguien te pone la mano encima, mándalo al cementerio. Esa es una buena religión. Es más, ésa es aquella religión de los viejos tiempos. Es la religión de la que solían hablar mamá y papá: ojo por ojo, diente por diente, cabeza por cabeza, vida por vida. Esa es una buena religión. Y a nadie le puede doler que se enseñe esa clase de religión, sino al lobo que se propone convertirnos en su almuerzo.
Así nos pasa a nosotros con el blanco en Estados Unidos. El es un lobo y ustedes son las ovejas. Siempre que un pastor-de ovejas y de almas- nos enseña a ustedes y a mí que no debemos huir del blanco y, al mismo tiempo, nos enseña que no debemos luchar contra el blanco, está siendo un traidor con ustedes y conmigo. No entreguen una vida así como así. N o, por el contrario preserven su vida porque es lo mejor que tienen. Y si tienen que renunciar a ella, que sea a cambio de otra.
El amo cogió a Tom y lo vistió bien, lo alimentó bien y hasta le dio un poquito de educación-un poquito de educación-; le dio una levita y un sombrero de copa e hizo que todos los otros esclavos lo miraran con respeto. Entonces utilizó a Tom para controlarlos. La misma estrategia que usaba en aquellos tiempos la está usando hoy el mismo hombre blanco. Coge a un negro, así se le llama, y lo hace prominente, le da una estatura, le hace publicidad, le convierte en una celebridad. Y entonces este se convierte en vocero de los negros y en líder negro.
Quisiera mencionar todavía otra cosa brevemente: el método que utiliza el blanco, cómo utiliza a los "pájaros de cuenta" (1) o líderes negros contra la revolución de los negros. No son parte de la revolución de los negros. Son utilizados contra la revolución de los negros.
(1) "Big guns": individuos sobresalientes en el mundo del hampa, y por extensión en cualquier medio social. (N. del T.)
Cuando Martin Luther King fracasó en sus intentos de desegregar a Albany, en el estado de Georgia, la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos llegó a su punto más bajo. King cayó prácticamente en bancarrota como líder. La Southern Christian Leadership Conference (1) tenía problemas financieros; y tuvo problemas, sin más, con el pueblo, cuando fracasaron en el intento de desegregar a Albany. Otros líderes de la lucha por los derechos civiles, que gozaban de lo que se llama estatura nacional, fueron ídolos caídos. Y mientras ellos se convertían en ídolos caídos y empezaban a perder su prestigio y su influencia, aparecían líderes negros locales que empezaban a agitar a las masas. En Cambridge, estado de Maryland, fue Gloria Richardson; en Daville, estado de Virginia, y en otras partes del país, también empezaron a agitar a nuestras masas algunos líderes locales, al nivel de los grassroots (2). Esto nunca lo hicieron esos negros de estatura nacional. Ellos los controlan a ustedes pero nunca los han incitado ni los han excitado. Los controlan, los contienen, los han mantenido en la plantación.
(1) Southern Christian Leadership Coference: Connferencia de líderes cristianos del Sur, (N. del T.)
(2) Esta es una de las más famosas charlas de Malcolm X y se conoce como el Mensje a los grasssroots, a las raíces de yerba, a la base de la poblaación negra, a las masas. (N. del T.)
En cuanto King fracasó en Birmingham, los negros se lanzaron a la calle. King se fue a California, a una gran concentración y recogió que sé yo cuántos miles de dólares. Vino a Detroit y realizó una marcha y recaudó unos cuantos de miles de dólares más. Y recuerden que inmediatamente después Roy Willkins atacó a King. Acusó a King y al CORE de provocar líos en todas partes y luego hacer que la NAACP los sacara de la cárcel y gastara muchísimo dinero; acusaron a King y al CORE de recaudar todo el dinero y no restituirlo. Eso ocurrió; lo tengo, en el periódico, en pruebas documentadas. Roy empezó a atacar a King, y King empezó a atacar a Roy y Farmer los empezó a atacar a los dos. y a medida que esos negros de estatura nacional se atacaban unos a otros iban perdiendo su control sobre las masas negras.
Los negros estaban en la calle. Hablaban de cómo iban a marchar sobre Washington. Precisamente entonces había estallado Birmingham y los negros de Birmingham-acuérdense-también estallaron. Empezaron apuñalar por la espalda a los crackers (1) y a reventarles la cabeza. Sí, señores, eso hicieron. Fue entonces cuando salió Kennedy en televisión y dijo: "Esta es una cuestión noral." Fue entonces cuando dijo que iba a sacar una Ley de derechos civiles. Y cuando menció la ley de derechos civiles y los crackers sureños empezaron a hablar de que iban a boicotearla o a entorpecerla, entonces los negros empezaron a hablar, de que de que iban a hacer una marcha hasta la Casa Blanca, una marcha hasta el Congreso para obstaculizarlo, detenerlo, para no dejarlo proseguir. Hasta dijeron que iban al aeropuerto a acostarse sobre la pista para no dejar aterrizar a ningún avión. Les estoy diciendo lo que dijeron. Era la revolución. Aquello era la revolución. Era la revolución negra.
Eran los grassroots los que estaban en la calle. Eso le infundió pánico al blanco, le infundió pánico y la estructura del poder blanco en Washington, D. C.; yo estaba allí. Cuando se enteraron de que aquella aplanadora negra le iba a venir encima a la capital, llamaron a Wilkins, llamaron a Randolph, llamaron a esos líderes negros de estatura nacional que ustedes respetan y les dijeron:
(1) Crackers : Nombre que se da en Estados Unidos a los blancos sureños de las clases bajas, especialmente a los que viven en las zonas boscosas de los estados de Georgia y de la Florida. (N. del T.)
"Suspéndalo." Kennedy dijo: "Miren, todos ustedes están dejando que esto llegue demasiado lejos." Y el viejo Tom dijo: "Amo, no lo puedo parar porque no lo empecé." Les estoy diciendo lo que dijeron. Dijeron: "Ni siquiera estoy metido en eso y mucho menos encabezándola." Dijeron: "Estos negros están haciendo las cosas por su propia cuenta. Se nos están yendo por delante." Y este viejo zorro astuto dijo: "Si ustedes no están metidos en eso, los meteré yo. Los pondré de cabecillas. Lo endosaré. Lo saludaré. Lo apoyaré. Me adheriré."
La cosa pasó en cuestión de horas. Se reunieron en el Carlyle Hotel, en la ciudad de New York. El Carlyle Hotel es propiedad de la familia Kennedy; es el hotel donde Kennedy pasó la noche hace dos días; es propiedad de su familia. Una sociedad filantrópica encabezada por un blanco llamado Stephen Currier reunió a todos los grandes líderes de la lucha por los derechos civiles en el Carlyle Hotel. Y les dijo: "Con pelearse entre ustedes no hacen más que destruir el movimiento por los derechos civiles. Y ya que se están peleando por el dinero de los liberales blancos, vamos a crear lo que se conoce por el nombre de Council for United Civil Rights Leadership (1). Vamos a crear ese consejo y pertenecerán a él todas las organizaciones que luchan por los derechos civiles y lo utilizaremos para recabar fondos," Déjenme mostrarles lo tramposo que es el blanco. En cuanto lo constituyeron, eligieron presidente a Whitney Young y quién creen ustedes que fue el copresidente, fue Stephen Currier, el blanco, un millonario. Powell hablaba de eso hoy en Cabo Hall. De eso era de lo que estaba hablando. Powell sabe que así fue. Randolph sabe que así fue. Wilkins sabe que así fue. King sabe que así fue. Cada uno de esos Seis Grandes sabe que así fue.
(1) Council for Uniled Civil Righls Leadership: Consejo unido de líderes de los derechos civiles. (Noora del Traduclor.)
Una vez que los constituyeron, con el blanco arriba, éste les prometió y les dio 800.000 dólares para que se los repartieran los Seis Grandes; y les dijo que después que terminara la marcha les daría 700.000 dólares más. Millón y medio de dólares ... repartidos entre líderes a los que ustedes han estado siguiendo, por los que ustedes han estado yendo a la cárcel y llorando lágrimas de cocodrilo. Y no son más que Frank Jaames y Jesse James y los hermanos qué sé yo qué.
En cuanto tuvieron montado el aparato, el blanco puso a su alcance a expertos de primera en relaciones públicas; puso a su disposición en todo el país medios noticiosos que entonces empezaron a presentar a estos Seis Grandes como líderes de la marcha. Originalmente ni siquiera figuraban en la marcha. Ustedes hablaban lo de la marcha en Hasstings Street, hablaban lo de la marcha en Lenox Avenue y en Fillmore Street y en Central Avenue y en Thirtysecond Street y en Sixty-third Street. Ahí es donde se estaba hablando de la marcha. Pero el blanco puso a los Seis Grandes a la cabeza; los convirtió en la marcha. Ellos se convirtieron en la marcha. Se apoderaron de ella. Y el primer paso que dieron después de apoderarse de ella fue invitar a Walter Reuther, un blanco; invitaron a un cura, a un rabino y a un viejo cura blanco; sí a un viejo cura blanco. El mismo elemento blanco que puso a Kennedy en el poder; el trabajo, los católicos, los judíos y los protestantes liberales; la misma clase que puso a Kennedy en el poder se unió a la marcha sobre Washington.
Es exactamente igual que cuando uno tiene un café demasiado negro lo que significa que está demasiado fuerte. ¿Qué hace? Lo mezcla con leche, lo pone flojo. Pero si se le echa demasiada leche, ni siquiera se sabrá que tenía café. Estaba caliente y se enfría. Estaba fuerte y se pone flojo. Te despertaba y ahora te pone a dormir. Eso fue lo que hicieron con la marcha sobre Washington. Se unieron a ella. No se integraron a ella, sino que se infiltraron en ella. Se le unieron, se hicieron parte de ella, se apoderaron de ella. Y al apoderarse de ella la hicieron perder su combatividad. Dejó de ser furiosa, dejó de ser caliente, dejó de ser intransigente. Y hasta dejó de ser una marcha. Se convirtió en un picnic, en un circo. Ni más ni menos que un circo, con payasos y todo. Ustedes tuvieron uno aquí mismo en Detroit y por televisión; con payasos que lo dirigían, payasos blancos y payasos negros. Ya sé que no les gusta lo que estoy diciendo pero se lo voy a decir de todas maneras. Porque puedo probar lo que estoy diciendo. Si creen que les estoy diciendo cosas falsas, tráiganme a Martin Luther King y a Philip Randolph y a James Farmer y a esos otros tres y verán si lo niegan ante un micrófono.
No la vendieron. Se la apropiaron. Cuando James Baldwin vino de París no le dejaron hablar, porque no podían hacerle atenerse a la letra. Burt Lancaster leyó el discurso que suponía dijera Baldwin; no dejaron que Baldwin se encarara allí porque saben que Baldwin es capaz de decir cualquier cosa· Lo controlaron todo tan estrechamente que les dijeron a esos negros en qué momento llegar a la ciudad, cómo ir, dónde pararse, qué carteles llevar, qué canciones cantar, qué discurso podían decir y qué discurso no podían decir; y les dijeron entonces que abandonaran la ciudad a la caída del sol. Y no quedaba uno sólo de aquellos Toms en la ciudad a la caída del sol. Ya sé que no les gusta que diga esto. Pero lo puedo respaldar. Fue un circo, un espectáculo que le ganó a cualquier cosa que pudiera montar Hollywood, el espectáculo del año.
Reuther y esos otros tres demonios deberían recibir un "oscar" por la mejor actuación, porque actuaron como si de verdad amaran a los negros y embaucaron a todo un montón de negros. Y los seis líderes negros también deberían recibir un premio al mejor elenco de comparsa.
felicidades exelente material servirá de mucho
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