III
Amigos y enemigos:
Espero que podamos charlar junto al fuego esta noche, con el menor número de chispas posibles, teniendo en cuenta la condición altamente explosiva del mundo en estos momentos. A veces, cuando a alguien se le está quemando la casa y viene otro gritando "¡fuego!", en vez de sentirse agradecido al despertar con el grito comete el error de acusar de haber provocado el incendio a quien lo despertó. Espero que la breve conversación de esta noche sobre la revolución negra no haga a muchos de ustedes acusarnos de encenderla cuando la vean en el umbral de su casa.