
El camino que me llevó al leninismo
Ho Chi Minh
Después de la primera guerra mundial, me gané la vida en París como retocador de fotografías, unas veces, y otras como pintor de "antigüedades chinas" (¡hechas en Francia!). A veces distribuía volantes que denunciaban los crímenes franceses en Vietnam.
En esa época apoyé la Revolución de octubre sólo por instinto, sin comprender todavía su importancia histórica. Amaba y admiraba a Lenin porque era un gran patriota que había liberado a sus compatriotas; hasta entonces todavía no había leído un solo libro de él.